sábado, 26 de marzo de 2016

CARTEL PRÓXIMA RUTA 2016


martes, 15 de marzo de 2016

Ruta Navahermosa-Sierra de Hontanares

El día 13 de febrero, salimos desde Navahermosa rumbo al infierno.

Salieron a luchar contra los elementos: Berraco, Cruzado, Guzmán, Javi, Jose, Juan, Luis, Luisi y Agustín.


Poco sabían estos valientes cuando la mañana del 13 de febrero de 2016, se disponían a salir de Navahermosa, en la provincia de Toledo, que sus cuerpecillos se dirigían a una prueba muuuy dura. Quizá el depósito de reciclaje no era sino una premonición de lo que les deparaba el camino.


La jornada se presentaba bien: el cielo amenazaba lluvia pero el optimismo natural en estos gladiadores del pedal (de barra), les decía que la cosa quedaría en nada.

Pedro y Luisi llegan a un alto.

 


Aquí llega también Gonzalo, que, al igual que el resto de compañeros, no sabía lo que se le venía encima.











Javi, siguiendo mi ejemplo en el pasado "post", se retrata en esta foto.








Aquí llegan heróicos, Luis y Guzmán, representando a Lagartera.





La representación "garterana", no estaría completa sin nuestro Jose.




Y llega hasta un tal Agustín, que todavía tiene fuerza para levantar la mano. Pagará caro ese esfuerzo.






Juan tampoco se quedó atrás, y llegó a lo más alto.





Foto de grupo en el alto "Risco de las Paradas".





Y el día empezó a torcerse. La amenaza de lluvia y aire se materializó para darle intensidad a la ruta.




El agua caía en spray y en horizontal, como en Escocia.



Debía de haber caído ya mucha agua desde la noche anterior porque había zonas totalmente intransitables, y tuvimos que emplearnos a fondo en el salto de longitud con bici al hombro.




La orografía también se puso en nuestra contra, y hubo que arrimar los riñones para subirse a las cuestas. Aquí está Luisi, luchando contra las piedras.




Berraco lideró el grupo de alpinistas. Aquel día olvidamos en casa los flotadores, los piolets y las cuerdas.








Berraco asoma, ante un cielo amenazante.



Berraco vuelve a ser protagonista en este vídeo, en el que aparece volviendo de recuperar sus gafas. ¡Cómo se puso el día!




No estaba el camino para jugarse una caída tonta. He aquí.









Y la cosa acabó como siempre, en tablas. O sea, en la mesa, donde nos vengamos del mal tiempo como se debe: comiendo y bebiendo como si no hubiese un mañana.