Si alguno ha entrado aquí con la intención de ver buenas fotos... esta es la primera.
La noche tiene estas cosas, oscuridad, misterio, luces que surcan la noche del verano... y un grupo de ciclistas que sin sentido común ni sentido del ridículo, cruzan la dehesa en mallas de lycra.
Hubo parada en la plaza del pueblo (Alcañizo), donde no tocamos un rock'n'roll ni nadie nos iba a parar, pero dónde los más profesionales nos sacudimos alguna cervecilla, y los más prudentes un refresco vitaminado y supermineralizado.
En la foto, los amigos David y José que parece que nunca han roto un plato.
Al fondo, el verderón, un coche mítico.
El pequeño grupo extraviado y reencontrado, los supuestos tiros que se escuchaban en la dehesa y el pinchazo y retirada de Juanra, que juró no volver a subirse a una bici en su vida, seguro que animaron alguno de los corrillos.
Más tarde un cazador que pedaleaba en nuestro pelotón nos dijo que aquello no eran tiros, y a Juanra lo he visto otro día sobre su bici. Todo normal.
Contamos con la agradable presencia de varias féminas entre nuestras filas, demostrando que a nuestras chicas no se les pone nada por delante. Esperemos que la experiencia les haya gustado, y repitan.
Contamos con presencia de hermanos por parejas. En esta foto, las hermanas Ávila y los hermanos Pino. Estuvimos también los hermanos Gallardo, los Herrero, los Burgos y posiblemente alguno que se me escapa.
Nos hicieron el honor de su presencia intrépidos personajes llegados de Talavera, como estos dos amigos que se acercaron hasta nuestro pueblo para acompañarnos en tan nocturna salida.
Esperamos que se hayan sentido bien tratados, y que sepan que aquí tienen un grupo de amigos para futuras correrías.
La sesión de fotos de la plaza de Alcañizo, desveló un extraño fenómeno: la gente de Alcañizo sale doble en las fotos. Por más que se intentó repetidamente, no hubo forma de sacar a estos compañeros del pedal en formato definido. Los píxeles de mi cámara, estaban más ocupados que Kiko Rivera en una barra libre.
Será uno de esos retos de la fotografía nocturna.
A pesar de la presencia de Protección Civil, no se produjo ningún herido de importancia.
La unidad, a cargo de Jose, efectuó las imprescindibles labores de coche escoba, y hubo de acudir al rescate de Juanra que pinchó donde el Camino de los Pozuelos da paso al de Zurrabotas.
La escolta motorizada la completaban Arturo y su rhino y Antonio a los mandos del verderón.
Las bellezas locales pasearon sus cuerpecitos por esos caminos, y posaron así de estupendos para nuestro blog. ¡Cuántos corazones habrán roto estos mozalbetes!
¡Cuántas madres nos quisieran como hijos! ¡Cuántas suegras como yernos!
¡Cuántos cazadores como trofeo!
Foto de grupo. La Trocha Oropesana frente a la fachada del Ayuntamiento de Oropesa.
Nuestros cuerpos son máquinas, nuestras piernas aceradas bielas, nuestro corazón una bomba atómica de pura potencia.
Contador, si necesitas gregarios de lujo aquí estamos.
En esta foto, también con la fachada del Ayuntamiento al fondo, aparecen la mitad de los participantes a la ruta nocturna de este año.
A pesar del carácter informal y, podríamos decir, familiar de nuestra ruta, el número de participantes este año llegó a los 52, el más nutrido en sus casi 10 ediciones.
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